¿Cómo te imaginas un día de trabajo en una organización en donde los colaboradores no se hablen o exista temor para dirigirse a un compañero o compañera de trabajo o incluso al propio jefe? Es una situación bien complicada pues, aunque no sientas ganas de ir a este lugar, tus necesidades de empleo te “obligan” a continuar allí. Y es que como dice el viejo refrán: “la necesidad tiene cara de perro” y por esa necesidad podemos llegar a aguantar situaciones hasta humillantes con el fin de conservar nuestro sustento económico y de nuestras familias.

Aprovechamos para hacer un paréntesis: debido a la pandemia del COVID-19, el desempleo se ha incrementado, especialmente para las mujeres. La revista Dinero reporta que, para el mes de mayo de 2020, el desempleo femenino se disparó al 16,4%, mientras que el de los hombres fue de 9,8%.

Bueno, seguimos hablando del clima laboral. ¿Qué puede estar ocurriendo para que los colaboradores de una organización no se sientan a gusto en su empleo? Lo más probable es que el líder esté ocupado en cumplir con sus actividades y con los indicadores técnicos y económicos y tenga descuidado algo fundamental en una organización: el clima laboral. El clima laboral está definido como “el medio ambiente humano y físico en el que se desarrolla el trabajo cotidiano. Influye en la satisfacción y por lo tanto en la productividad. Está relacionado con el “saber hacer” del directivo, con los comportamientos de las personas, con su manera de trabajar y de relacionarse, con su interacción con la empresa, con las máquinas que se utilizan y con la propia actividad de cada uno.” (Navarro, 2006; citado por Pilar Ortíz Serrano; Lirios Cruz García, 2008).

Hacemos énfasis en el líder ya que, si bien en el clima laboral influyen políticas organizacionales que no dependen directamente de él, en este sí está la capacidad de actuar sobre su grupo de trabajo para solucionar conflictos, generando una adecuada confianza, comunicación e integración y lograr que las actividades se desarrollen con entusiasmo, buscando alcanzar las metas y objetivos trazados.

Desde mi experiencia, considero que un buen ambiente laboral se puede generar cuando existe claridad en las actividades que se realizan, respeto por todos, escucha permanente, confianza y apoyo en la solución de las acciones por mejorar y temas que se presentan día a día. También se debe reconocer el trabajo que realizan los colaboradores del equipo, tanto verbalmente como con incentivos materiales.

En una oportunidad, empecé a notar que los compañeros de trabajo se hablaban en tonos altos y con disgusto, algo que me preocupó y me hizo centrar la atención en atender y dar solución a esta situación. Al profundizar en esta, encontré que a una persona del equipo no le era fácil recibir retroalimentación de sus compañeros y su respuesta ante ellos era agresiva, lo cual generaba malestar en el equipo, por lo cual los compañeros evitaban comunicarse abiertamente con esta persona. Una vez identificado el asunto, mi intervención consistió en comunicarme directamente con la persona involucrada, explicarle la situación encontrada, escuchar sus argumentos y luego generar un plan de acción para corregir la situación; así mismo, generar un seguimiento individual y grupal de los avances en el desarrollo del plan.

Finalmente, puedo concluir que, aunque es imposible cambiar el comportamiento de una persona, el generar un compromiso directo y un seguimiento de las acciones para la corrección de la situación, la persona involucrada interioriza la trascendencia de sus actitudes y se hace consciente de su responsabilidad en lo referente al clima laboral.

El trámite dado a esta situación generó que el equipo de trabajo sintiera apoyo de su líder y su autoestima creciera para así generar las comunicaciones apropiadas y una retroalimentación permanente en las actividades que se desarrollaban.

El buen líder debe detectar a tiempo situaciones que puedan generar caos y anticiparse, para que las consecuencias no generen impactos negativos sobre el clima laboral. Es fundamental que un líder maneje de manera apropiada las crisis del día a día, mantenga la calma y el orden; que siempre transmita el mensaje adecuado y de forma correcta y mostrar seguridad en la gestión del problema.

Durante este tiempo de cuarentena por el COVID-19, con trabajo desde casa, sí que ha sido fundamental la confianza en el equipo de trabajo, ya que no es posible ejercer una supervisión presencial, todo se realiza a través de llamadas, reuniones virtuales y logro de objetivos. Esta cuarentena definitivamente se ha convertido en una gran prueba para los líderes, pues han tenido que demostrar sus capacidades desde la “distancia”.

¿Eres un líder de un equipo de trabajo o te estas proyectando para ello?, es muy importante que tengas en cuenta lo siguiente: el líder es aquel que acompaña los procesos, guiando a su equipo a hacerlo de la mejor manera, es aquel que conoce sus fortalezas y debilidades así como las de su equipo y sabe cómo direccionar para aprovechar al máximo el potencial de su equipo. Ten cuidado de no caer en el papel de sólo dar órdenes y delegar, esperando recibir los resultados para sacar provecho del éxito en primera persona y culpar a los demás cuando se cometen errores. Recuerda ser un líder que inspira, escucha, promueve, delega, enseña, pero que también participa activamente en la ejecución de las tareas del equipo. Así se contribuye a un ambiente laboral agradable y al logro de los objetivos trazados por la organización.

El papel que un líder desempeñe en su equipo de trabajo a cargo influencia en gran medida otros aspectos de la vida laboral y personal de los trabajadores. Por ejemplo, un jefe que no hace su trabajo y que pide a sus colaboradores que asuman a último momento lo que a él o ella le correspondía puede ocasionar que las personas del equipo cancelen planes personales o familiares, lo cual afecta a su vez la armonía de su vida familiar. En una encuesta realizada en más de 2800 trabajadores en Estados Unidos por Robert Half, un total del 49% de las personas encuestadas han dejado su trabajo por un mal jefe. Posiblemente esto pasa como última medida; sin embargo, antes de esta decisión radical, seguramente ocurrieron varios episodios de estrés, tensiones y malos momentos dentro y  fuera del espacio de trabajo.

Por el contrario, un jefe que apoye a los miembros de su equipo durante episodios de enfermedad física o mental, duelos o asuntos similares, demostrándoles comprensión y apoyo en la distribución de tareas entre todo el equipo para que esa persona pueda atender su situación personal, hace una gran diferencia en la estabilidad física y mental de una persona. Y así como estos, pueden haber múltiples ejemplos de la gran influencia que las actitudes y decisiones de los líderes, tanto positivas como negativas, generan sobre el bienestar general de los colaboradores de una organización.

A continuación te brindamos otras herramientas importantes para lograr un buen clima laboral, a partir del liderazgo:

  • Velar por un espacio físico adecuado para el trabajo .
  • Mantener un equilibrio entre las actividades laborales y las actividades personales de cada uno de los colaboradores.
  • Promover el respeto.
  • Mantener la comunicación asertiva y retroalimentación entre los colaboradores y el líder.
  • Brindar reconocimiento a los colaboradores.
  • Promover la independencia y autonomía en los colaboradores .
  • Generar espacios de integración fuera del sitio permanente de labor.

Si te interesa el enfoque de género en el trabajo, aquí puedes leer una reflexión escrita por una mujer, trabajadora y mamá.

Si quieres aprender más de liderazgo y otros temas de sicología organizacional, te recomendamos seguir las publicaciones de Adam Grant, al cual encuentras en Twitter como @AdamMGrant, LinkedIn adammgrant y su podcast WorkLife with Adam Grant. Aprovechamos para contarles que el portal periodístico La Silla Vacía acaba de lanzar un curso gratuito sobre liderazgo femenino. Aquí puedes ver el lanzamiento del curso y los detalles para inscribirse.

Comparte en los comentarios qué estrategias has utilizado como líder en este tiempo de cuarentena para conservar la unión de tu equipo de trabajo y que al mismo tiempo se logren los objetivos que se tienen planteados.

Si eres miembro de un equipo de trabajo, cuéntanos tus experiencias y reflexiones con los líderes de equipo que hayas tenido, tanto malas como buenas, para que la comunidad Cognita Links pueda aprender de ellas.

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Comments (4)

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